El “ticket olímpico” que la argentina Daiana Ocampo ha logrado este último domingo, 28 de abril, en Hamburgo es un merecido premio al esfuerzo, la dedicación y la pasión con el cual la maratonista argentina encaró su campaña, desafiando todo tipo de obstáculos en las últimas temporadas.
Daiana ha logrado una marca de 2 horas, 26 minutos y 24 segundos que, además de clasificarla para los Juegos, es la segunda del historial argentino y la sexta del historial sudamericano que se ha movido intensamente en los últimos años (cinco de las marcas del top 10 fueron logradas en este 2024, incluyendo el récord de la también argentina y compañera de aventuras de Daiana, Flor Borelli con sus 2:24:18 en Sevilla).
Ocampo debutó como maratonista en Rotterdam 2019 con 2:41:34 y el 22 de septiembre de ese mismo año quedó 5ª. del Maratón Internacional de Buenos Aires con 2::34:12, obteniendo allí los títulos nacional y sudamericano.
Su ambición era llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio pero, como al mundo entero, la pandemia le alteró todos los planes. Prácticamente había pocas oportunidades de conseguir una chance de clasificación por la escasez de competencias hasta que consiguió inscribirse para una prueba en Polonia, en diciembre de 2020. Llegó hasta allí en medio de todas las restricciones y dificultades pero, a pocos días, se informó que todos los extranjeros debían retirarse al endurecerse las medidas. Alcanzó a llegar al maratón de Viena programado para el 13 de ese mes y, pese al cansancio, los viajes de apuro y los nervios de esa situación, logró el 2° puesto con 2:31:33.
Se jugó todas las cartas para lograr la marca mínima con el Maratón a Pampa Traviesa en Santa Rosa (Argentina) el 18 de abril de 2021: su marca de 2:31:41 resultó insuficiente pero, vistas las dificultades de esa prueba, fue algo notable. Se corrió en medio de un temporal, con gran parte del circuito anegado.
El 10 de octubre del mismo año arrancó a ritmo de récord en el maratón de Chicago, pero pagó el esfuerzo en los tramos finales y ocupó el 12° puesto con 2:34:46.
La temporada del 2022 la vio como una ascendente “lugarteniente” de Borelli en la representación argentina: así Daiana fue la subcampeona del medio maratón del Ibero en Torrevieja, Alicante. Luego, tanto Borelli (1:09:31) como ella se convirtieron en las primeras sudamericanas en correr esa distancia por debajo de 1:10 durante el 21k de Buenos Aires y volvieron a concretar el 1-2 en los 10 mil metros llanos de los Juegos Odesur, en Asunción.
Ocampo no perdía de vista su objetivo de maratón, pero sus dos incursiones en Sevilla (2:32:36 en 2022, 2:33:54 en 2023) no la dejaron satisfecha. Al mismo tiempo producía interesantes avances en prueba de pista –incluyendo el récord nacional de 10 mil metros, que ahora posee Florencia, y la gira europea- pero una lesión a mediados del 2023 volvió a alterar todos los planes y la dejó por varias semanas fuera de entrenamiento y competencias.
Recién pudo concretar su regreso en febrero pasado, en Sevilla, donde “acarició” la clasificación olímpica con sus 2:27:16, quebrando por fin la barrera de las 2 horas y 30 minutos.
“Realmente, no es lo ideal correr otro maratón con apenas dos meses de pausa, pero no me quedaba otra chance. Además, me sentí muy bien físicamente al terminar en Sevilla, allí la chance de clasificación se me escapó por poco. Entonces, encaré la preparación para Hamburgo” contó. Volvió a Cachi para las sesiones de entrenamiento en altitud, las últimas de ellas casi en soledad ya que la mayoría de nuestros mediofondistas y fondistas volvían a la temporada internacional de pista. Viajó a Hamburgo y allí, en un recorrido difícil, fue la única no-africana del top ten. Pero, fundamentalmente, coronó su sueño: y estará en París.