FUENTE: CLARIN
El keniata Eliud Kipchoge llega a París a la búsqueda de su tercer oro consecutivo en el maratón olímpico, tras haber triunfado dos veces: Rio de Janeiro 2016 y Sapporo 2021. Recordman mundial hasta que el infortunado Kelvin Kiptum lo desalojara con sus 2:00:35 del año pasado en Chicago, Kipchoge conserva la fantástica marca de 2:01:09 obtenida en Berlin 2022.
Los únicos que, antes que Kipchoge, habían logrado repetir el título de maratón eran el etíope Abebe Bikila (Roma 1960, Tokio 1964) y el germano oriental Waldemar Cierpinski (Montreal 1976, Moscú 1980).
Pero el estado de Kipchoge es una incógnita ya que tuvo un rendimiento bajo en el maratón de Tokio, en marzo, cuando quedó décimo con 2:06.50. “No dormí en tres días y nunca estuve tan mal” comentó aquella vez Kipchoge, mientras que el ganador fue su compatriota Benson Kipruto con 2:02:16, el mejor registro en lo que va del 2024.
A sus 39 años, Kipchoge podría convertirse en el campeón más veterano el historial del maratón. Dentro de la incógnita de su actual forma –aunque junto a su coach Patrick Sang siempre llegan a punto a los grandes momentos- también está el antecedente de que en su único maratón con tanta pendiente como fue Boston 2023 y como será ahora la capital francesa, no tuvo una actuación ideal.
París también será la oportunidad para prolongar (y acaso terminar) esa rivalidad dde larga data entre Kipchoge y otra leyenda del atletisomo de fondo, el etíope Kenenisa Bekele, de 41 años, dueño de tres oros olímpicos y cinco mundiales en pruebas de 5.000 y 10.000 metros (antes de apsarse a las pruebas de ruta una década atrás). Bekele no clasificó para los Juegos de 2016 y 2021 pero sí este año donde marcó 2:04:15 –el mejor registro de la historia para un atleta “master” y terminó segundo del Maratón de Londres en abril, detrás del keniata Alexander Mutiso Munyao. Este, junto a Kipchoge y Kipruto, integra el poderoso equipo de su país en este maratón olímpico.
Por esas cuestiones del destino, el duelo Kipchoge-Bekele nació justamente en París durante el Mundial 2003. En aquella oportunidad, el etíope logró los 5.000 metros delante del marroquí Hicham El Guerrouj, y Kichoge llegó tercero.
Bekele compite ahora en un maratón donde también sus compañeros etíopes aparecen como contendientes al podio:
. Deresa Geleta, ganador del maratón de Sevilla en febrero con 2:03:27
. Tamirat Tola, campeón mundial 2022 en Eugene, tras una medalla de plata en 2017, tercero en el maratón de Londres 2023 y vencedor del maratón de Nueva York con 2:04:58 (récord del circuito).
Un candidato que tenía Etiopía era Sisay Lema, el vencedor en Boston, pero una lesión lo apartó de estos Juegos. Tola había sido un buen corredor de pista (bronce de 10.000 en los Juegos de Rio 2016) antes de su transición a las carreras largas. También hay una incógnita sobre él y es que abandonó en el Mundial del año pasado y en su último maratón, en Londres 2024.
Pero entre Bekele, Geleta y Tola aspiran a devolverle a Etiopía un título que lo enorgullecía desde las épocas del gran Bikila –quien primero triunfó, descalzo, en Roma- y su heredero Mamo Wolde, protagonista luego de una dura historia al pasar muchos años en una oscura prisión por problemas políticos. El último de los etíopes campeones olímpicos de maratón fue Gezahegne Abera en Sydney 2000: así, con cuatro títulos, son los máximos ganadores de la historia (en una cuenta que también incluye a la Argentina con las victorias de Juan Carlos Zabala en 1932 y Delfo Cabera en 1948).
Para la lista de aspirantes al podio hay que incluir a otros atletas de origen africano, pero que representan a países europeos y que ya lucieron en los Juegos del 2021: Abdi Nageeye (Países Bajos) fue subcampeón allí y en esta temporada ganó el maratón de Rotterdam con 2:04:45, y Bashir Abdi –bronce en Sapporo- quien compite por Bélgica. Nageeye y Abdi son compañeros de entrenamiento y el desenlace del anterior maratón olímpico pareció también un juego de equipo para ellos, cuando desplazaron al keniata Lawrence Cherono del podio.
Uganda se va posicionando entre las potencias del atletismo de fondo y disfruta de la victoria de Joshua Cheptegei en los espectaculares 10 mil metros de París. En el maratón cuenta con Victor Kiplangat, quien tiene una marca personal de 2:05:09 y que obtuvo la medalla de oro en el Mundial de Budapest el año pasado, tras ganar también los Juegos de la Commonwealth. Pero hay que recordar que Uganda ya festejó una corona olímpica de maratón con Stephen Kiprotich en los Juegos de Londres 2012, cuando marcó 2:08:01.
Aunque Kiplangat este año sólo quedó 15° en Tokio, igualmente habrá que tenerlo en cuenta: entre sus antecedentes se cuenta un título mundial en carreras de montaña (2017) y si alguno –entre los 84 que largarán este maratón olímpico- tiene aptitudes para un recorrido empinado como se presenta París… ese es Kiplangat.
Otros nombres a considerar incluyen al trío eritreo formado por Samson Amare, Berhane Tesfay y Henok Tesfay, el campeón europeo de media maratón de Italia y campeón de los 10.000 m de 2022, Yemaneberhan Crippa, y el británico Emile Cairess.
El atletismo sudamericano contará con cuatro representantes en el maratón olímpico de París: los chilenos Carlos Martín Díaz y Hugo Edgardo Catrileo, el peruano Cristhian Pacheco y el boliviano Héctor Garibay.
Castelblanco?
Este último surgió en los primeros planos al triunfar en el maratón de Buenos Aires 2021 y consiguió una mejor marca personal de 2:07:44 el año pasado en Sevilla. Proveniente de Oruro, meses más tarde produjo otro impacto al vencer a la “legión keniata” en el maratón de México.
Para Pacheco, quien ha dominado el escenario de nuestra región en las últimas temporadas ya que fue medallista de oro de los Panamericanos 2019 y 2023, se trata de su tercera expedición olímpica. También obtuvo la mínima para París en el maratón de Sevilla del año pasado con su récord nacional de 2:07:38.
Díaz hizo una gran transición desde las pruebas de mediofondo y fondo en pista -1.500 hasta 10 mil metros- hacia las competencias de calle y ruta. Impresionó con su récord nacional de 2:08:04 en febrero pasado, en Sevilla, que le dio el ticket olímpico. Y su compatriota Catrileo, surgido del sur chileno, ya había logrado la medalla de plata en los Panamericanos en su país, escoltando a Pacheco en noviembre pasado. Su evolución técnica fue notoria y marcó 2:08:44 en enero para obtener el 5° puesto en el maratón de Houston.
Sudamérica tiene una notable historia en el maratón olímpico, la prueba de gran tradición y que integra el programa de los Juegos desde su restauración moderna en Atenas 1896, cuando venció aquel campesino griego llamado Spyiridon Louie. El chileno Manuel Plaza fue el primero de los héroes de nuestra región ya que, tras su 6° puesto hace un siglo en los Juegos de París, alcanzó la medalla de plata en Amsterdam 1928. Luego vinieron las históricas victorias de los argentinos Juan Carlos Zabala en Los Angeles 1932 (a sus 20 años es el más joven campeón de todos los tiempos en esta distancia y fijó el entonces récord olímpico de 2:31:36) y su heredero –exactamente otro 7 de agosto, 16 años más tarde- Delfo Cabrera en los Juegos de Londres con 2:34:52, cuando otros dos argentinos –Eusebio Guíñez 5° y Armando Sensini 9°- también se ubicaron en el top 10. Dicha tradición se extendió cuatro años más tarde en Helsinki, cuando el argentino Reinaldo Gorno se llevó la medalla de plata, escoltando a la “Locomotora Humana”, el checo Emil Zatopek, único hombre en la historia que fue capaz de obtener los 5.000, 10.000 y el maratón en una misma edición olímpica. Cabrera fue sexto en esa competición y su compatriota Osvaldo Suárez, noveno en Roma 1960 con el entonces récord sudamericano de 2:21:27.
El último de los medallistas sudamericanos en el maratón olímpico fue el gran Vanderlei Cordeiro de Lima, de Brasil, quien lideraba en Atenas 2004 cuando un intruso detuvo su andar en el kilómetro 37. No obstante, en heroico y decidido esfuerzo, pudo continuar y quedarse con la medalla de bronce de 2:12:11, mientras el triunfo fue para el italiano Stefano Baldini. Otros dos destacados brasileños estuvieron en el top 10 de Londres, doce años atrás: Marilson Gomes dos Santos (5° con 2:11:10) y Paulo Roberto de Almeida Paula (8° con 2:12:17).
Clima y recorrido
Entre el calor que reina en este verano en París y un recorrido ciertamente difícil –especialmente entre los kilómetros 14 y 20 con una subida de 155 metros, y otra pronunciada escalada hacia el km.27- se estima una carrera lenta, que podría estar más de cuatro minutos sobre los mejores tiempos de cada corredor. “Subir allí sería como en las colinas de Boston”, dijo el entrenador estadounidense Ed Eyestone, a cargo de un equipo que clasificó para este maratón a Conner Mantz y Clayton Young.
La dureza del recorrido se compone con la imponencia de la ciudad: el circuito atraviesa sitios emblemáticos de la Ciudad Luz como el Museo del Louvre y las Tullerías (km 3), los bordes del Sena o el Palacio de Versalles –donde comienza la vuelta. Y más adelante, Les Invalides, donde se encuentra la tumba de Napoleón.
Pero algunos consideran que la prueba puede ser todavía más lenta. “Veo hasta complicado que se gane en 2h 10m. Si desde el principio quieren hacer una carrera dura puede que lleguen en ese tiempo, pero como pretendan hacer una carrera medianamente táctica se puede ir perfectamente a 2h 12m, 2h 13m”, dice al diario El País el español Tariku Novales, quien afronta el quinto maratón de su vida. ¿La razón? Un desnivel positivo de casi 350 metros. Montañas rusas. “Tuve la oportunidad de ver el circuito, y la verdad es que no había visto nunca unos repechos de tal magnitud. Ya no se hablará del muro simbólico de los 32, cuando un maratón se hace duro de verdad, sino de un muro real, físico, a casi el 13% lo tenemos en el 28… El muro va a ser muy largo, porque no creo que sea un kilómetro o dos kilómetros, van a ser muchos kilómetros, creo que al final, después del 28, en el 29 y medio, 30, hay lo mismo, pero en bajada, con lo cual, la destrucción muscular va a ser masiva, y del 31 al 38, 39, 40, todo ese kilometraje va a ser muy complicado, porque al final entras de nuevo en París y tienes la sensación de que es ya llano, y realmente es un falso llano, hay muchos tramos en los que hay una leve pendiente para arriba, o zonas en los que pasa cerca de puentes que por construcción siempre hay un sube y baja. Si tienes las piernas muscularmente afectadas, lo vas a sufrir, y el ritmo que tú pretendas llevar a lo mejor se ve disminuido a lo grande”.