La medalla de bronce de la venezolana Yulimar Rojas en salto triple -quinta presea para Sudamérica en este Mundial- fue el saldo más importante para nuestra región en la jornada del jueves 18 de septiembre en el Estadio Nacional de Tokio, que culminó con dos excepcionales carreras de 400 metros llanos.
Yulimar estaba inactiva en las competencias de triple desde que obtuviera en Budapest 2023 su cuarta corona mundial consecutiva. Una grave lesión en el tendón de Aquiles, seguida por una operación, la dejó fuera de competencia y recién pudo retornar ahora. Después de atravesar la clasificación el martes, ahora consiguió la medalla de bronce con 14.76 metros (viento 0.3), detrás de la cubana Leyanis Pérez (14.94) y la campeona olímpica Thea LaFond (Dominica), quien alcanzó 14.89 en la última ronda y pudo desplazar del segundo puesto a Yulimar.
Otra atleta sudamericana que hoy estuvo en acción fue la uruguaya Déborah Rodríguez, quien quedó 8a. en la primera serie de los 800 metros con 2:03.18. Esa serie fue ganada por la británica y campeona olímpica Keely Hodkinson con 1:59.27.
También participó la colombiana Helen Tenorio en la clasificación de salto en alto, sin superar la marca inicial.
Las primeras medallas del día se repartieron en lanzamiento de jabalina y allí Keshorn Walcott (Trinidad Tobago) retornó a los primeros planos al ganar con 88.16 metros, seguido por el ex bicampeón del mundo Anderson Peters (Grenada) con 87.38 y Curtis Thompson (EE.UU.) con 86.27. Walcott había sido campeón olímpico del 2012 en Londres, cuando todavía era juvenil.
En las semifinales de los 200 metros llanos, Noah Lyles impresionó con su marca de 19.51, dispuesto a buscar su cuarta corona mundialista en la distancia. Logró la serie 3 en la que ambién avanzaron el británico Zharnell Hughes (19.95), el sudafricnao Sinespho Dambile (19.97) y Tapinrashe Makarawu (Zimbabwe, 19.98). La semifinal 1 fue para el «enemigo» de Lyles, su compatriota Ken Bednarek con 19.88, quien pasó junto al dominicano Alexander Ogando (19.98). Y en la semi 2 clasificaron el jamaiquino Bryan Levell (19.78) y el campeón olímpico Letsile Tebogo (19.95). Se quedó afuera el otro estadounidense Coiurtney Lindsey (20.30) y también esta semi marcó el final del recorrido para el joven prodigio australiano Gout GOut (4° con 20.36).
Luego vinieron las «feroces» semifinales de los 800 metros llanos, en la que varios de los nombres relevantes se quedaron afuera. La primera semi fue la más»lenta» con el canadiense Marco Arop (1:45.09) y el argelino Djamel Sedjati (igual tiempo) adelante. En la segunda quedaron al frente el irlandés Cian McPhillips con 1:43.18 y el británico Max Burgin con 1:43.37. Y se terminaron allí las esperanzas del campeón estadonidense Donovan Brazier y el italiano Francesco Pernici cuyos registros de 1:43.82 y 1:43.84 no fueron suficientes para entrar a la final, como tampoco 1:44.09 para el astro francés Gabriel Tual. En la tercera, el español Attaoui consiguió adelantarse con 1:43.18, seguido por el keniata y campeón olímpico Emanuel Wanyonyi (43:47). Y los dos hombres que les siguieron sí pasaron a la final gracias a sus marcas: Navaskyi Anderson (Jamaica) con récord nacional de 1:34.72 y Litsepico Maselaka (Botswana) con 1:43.90. El recordman estadounides (1:41.67), campeón mundial indoor 2024 y cuarto olímpico en París, Bryce Hoppel, hizo 1:43.92 ahora… y se quedó afuera.
Esas semis de 800 fueron la antesala de dos finales espectaculares:
. En los 400 metros masculinos, Botswana emergió como la gran potencia al colocar a sus tres hombres entre los ocho finalistas. Y también se quedó con el titulo gracias a Busang Kebinatshipi, quien marcó 43.53 y con la medalla de bronce de Bayapo Ndori (44.20). Entre ellos estuvo Jereem Richards, un velocista de Trinidad Tobago que hasta hace pocos años se dedicada a la velocidad pura y ahora se concentra en los 400. llevó el récord de su país a 43.72 para adueñarse de la medalla de plata. El único estadounidense que pudo insertarse en la final, Jacory Patterson, terminó 7° con 44.70, un puesto delante del otro atleta de Botsana, Lee Bhekemphilo Eppie (44.77). De este modo, si le sumamos al campeón olímpico de 200, Letsile Tebogo, Botswana se convierte en el país de moda de estas pruebas de velocidad.
. En los 400 metros femeninos, la estadounidense Sydney McLaughlin volvió a hacer historia y junto a su escolta, la dominicana y campeona olímpica Marileidy Paulino, hicieron de esta carrera la primera en la que dos mujeres bajan de 48 segundos. Una marca, por otro lado, que ninguna mujer había conseguido en las últimas cuatro décadas. Sydney -hasta ahora invencible en 400 vallas, donde es bicampeona olímpica- afrontó en 2025 su desafío sobre la distancia plana y llevó el récord nacional (y récord de los Campeonatos Mundiales) a 47.78, colocando por primera vez en tantas décadas el riesgo para le «super récord» de la alemana oriental Marita Koch (47.60 en 1985). Paulino se llevó la medalla de plata con 47.98 y el broince fue para Salwa Eid-Naer, de Bahrein, con 48.19.