Este domingo 4 de agosto en el Stade de France, en París, tenía el atractivo central por la finalísima de los 100 metros llanos, pero hubo mucha más acción en el atletismo olímpico.
Una de las medallas doradas de este domingo se resolvió en lanzamiento del martillo donde el canadiense Ethan Katzberg, a sus 22 años, confirmó que es el especialista en mejor forma, tras ganar el Mundial de Budapest y afirmarse con los principales registros de la temporada (84.38 en Nairobi).
Katzgberg golpeó de entrada con sus 84.12 metros, cerca del récord olímpico que el soviético Litvinov mantiene desde Seúl 88 (84.80) y nadie pudo acercarse. El húngaro Bence Halasz se llevó la plata y el ucraniano Mykhaylo Kokhan consiguió el bronce, desplazando al noruego Eivind Henriksen en los últios tramos.
En salto en alto para damas se produjo la definitiva coronación de la ucraniana Yaroslava Mahuchikh, un símbolo en el deporte de la resistencia de su país frente a la brutal invasión rusa desde 2022.
Dueña de un título mundial outdoor y otro indoor, Mahuchikh venía de batir el récord del mundo con sus fantásticos 2.10 m. del mes pasado también en París, en el Estadio Charlety. Pero ahora volvía aneocntrarse con dos atletas australianas -Nicola Olyslagers y Eleanor Patterson- que la habían vencido en citas importantes. El duelo fue con Olyslager. Ambas pasaron 1.91, 1.95 y 1.98 en primer intento (y allí quedaban sólo ellas dos para resolver el oro). Se decidió en los 2 metros, que Mahuchikh superó en primer intento en tanto la australiana necesitó tres. Olyslager falló las tres tentativas sobre 2.02, Mahuchikh hizo dos allí y reservó la otra para 2.04, pero ya su título estaba asegurado. El bronce fue compartido por Patterson y otra ucraniana, Iryna Gescharenko. Para Ucrania un gran domingo atlético, sumando el bronce de martillo.
Ese domingo también incluyó las semifinales de los 1.500 metros llanos, donde el noruego y defensor del título Jakob Ingebrigtsen y el británico Josh Kerr reservaroin energías para -el que se espera- será uno de los grandes duelos de estos Juegos. Ingebrigtsen venció en la primera semi con 3:32.38, seis centésimas delante de Kerr, mientras que le estadounidense Yared Nuguse, otro aspirante al podio, ganó la otra semi con 3:31.72.
Y el cierre, a toda orquesta, fue para una de las finales de 100 metros más apasionantes de todos los tiempos, en la que apenas 5 milésimas separaron al campeón, el estadounidense Noah Lyles, del jamaiquino Kishane Thompson. Ambos terminaron en 9.79 y tuvieron que esperar -observando la pantalla gigante- durante varios segundos hasta que se proclamó la victoria del crédito de Gainesville, Florida, quke ahora pretende lograr el triplete dorado (con los 200 metros y el relevo corto). Lyles le devolvió a Estados Unidos el cetro que había ganado por última vez en 2004 a través de Justin Gatliin. Thompson -un hombre que emergió en esta temporada, a sus 23 años, a los primeros planos y tiene la guía técnica de Stephen Francys, el mismo coach de Asafa Powell- llevó la iniciativa, parecía que en fuerte pelea con el ex campeón mundial Fred Kerley. Pero Lyles apareció en los tramos finales y llegó en línea con Thompson, con una ventaja imperceptible. Kerley se quedó con el bronce en 9.81, aventajando por una centésima al sudafricano Akana Simbine, que fijó un récord para su país.
El italiano y defensor del título LaMont Marcel Jacobs tuvo una muy buena labor ya que sus 9.85 para el quinto puesto constituyen su segundo registro personal, pero terminó con una lesión muscular. Letsile Tebogo, el joven y ascendente valor de Botswana, fue 6° con 9.86, completando Ken Bednarek (EE.UU.) con 9.88 y el otro jamaiquino, Oblique Seville, con 9.91.
Estados Unidos ha ganado 18 de los 31 títulos olímpicos en la historia de los 100 llanos, desde los primeros Juegos de la era moderna en Atenas 1896 y Lyles une su nombre en ese historial a prestigiosos atletas como Chareles Paddock, Jesse Owens y Carl Lewis, nada menos.