Fuente: CADA
En el marco del 105° Campeonato Argentino que se está desarrollando en la pista del CEF 3 «Hugo La Nasa» en Concepción del Uruguay, este sábado 29 de marzo se vivió una de las más notables carreras de 100 metros del historial del evento. Tal como se preveía, y con viento de 1.3ms a favor, la actual generación de sprinters argentinos dio una excelente demostración y Tomás Villegas, de San Luis, se consagró con su registro de 10.21, delante de Daniel Londero (10.30) y del recordman nacional Franco Florio (10.37). Lucas Villegas, el hermano de Tomás, quedó cuarto con 10.39, Felipe Harte fue 5° con 10.51 y el menor uruguayo Santiago Lazar, sexto con 10.57.
Tomás Villegas estableció el nuevo récord de los Campeonatos (Florio, quien buscaba su sexto título de 100 metros en el evento tenía el registro anterior con 10.24 desde 2020 en Rosario). Florio, quien posee el récord argentino con 10.11 desde hace tres temporadas en Cascavel, venía de participar en el Mundial Indoor en China.
Tomás Villegas, por su parte, ya había demostrado su ascenso con su medalla en el Sudamericano u23 de Bucaramanga a fines de la temporada anterior y hace dos semanas, en Asunción, con su entonces marca personal de 10.29. Su flamante registro de 10.21 constituye la segunda marca del historial de nuestro país, detrás del récord que mantiene Florio.
También Londero produjo un notable progreso personal (tenía 10.42 como mejor antecedente, desde el año pasado) y ahora se ubicó como el 6° mejor argentino del historial. Y Lucas Villegas fue otro de los que concretó un gran avance, desde sus 10.50 del año pasado.
Estos nombres serán seguramente la base para el equipo de velocistas argentinos en el próximo Sudamericano de Mar del Plata.
La carrera de este sábado quedará inscripta entre las grandes del historial argentino. Entre las mismas -pero en una época completamente distinta, con pistas de carbonilla y registros manuales- siempre se recuerdan las de la década del 40, como los 10.4 de Adelio Márquez y Gerardo Bönnhoff en 1944 (por entonces estableciendo la marca sudamericana) y, al año siguiente, cuando el propio Bönnhoff estableció los 10.3 que lo dejaban a una décima del récord mundial de Jesse Owens. Pero era un atletismo muy distinto.