Fuente: Runners World
El maratón femenino del Campeonato Mundial se larga en la mañana del domingo 14 de septiembre en Japón (la noche del sábado en Sudamérica) y al día siguiente se disputa el maratón masculino.
Ambas pruebas contarán con una nutrida participación sudamericana.
En damas –donde destaca la figura de la etíope Tigst Assefa, ex plusmarquista mundial y subcampeona olímpica en París- la lista sudamericana abarca a nueve atletas. Una de ellas es la peruana Sheyla Eulogio (campeona de nuestra región en los 5.000 llanos y que este año tuvo una gran performance en el maratón de Sevilla). Llega ahora acompañada por Aidé Loayza y Zaida Ramos, mientras que por Ecuador estarán su recordwoman Silvia Patricia Ortiz y Mary Zenaida Granja. Chiara Mainetti, quien logró el título sudamericano de maratón en Buenos Aires 2024 y su mejor marca personal en abril pasado en Rotterdam, representa a la Argentina. Y junto a ellas estarán la ahora uruguaya Julia Paternain, la chlena Nicole Urra y la venezolana Magaly García.
Un “histórico” del maratón de nuestra región, el brasileño Paulo Roberto de Almeida Paula (que estuvo en el top 10 mundialista en Moscú 2013), vuelve a competir en esta prueba, todavía vigente en marcas sobre 2:13 a sus 46 años. Los otros brasileños en acción son Johnatas de Oliveira Cruz y Ederson Vilela Pereira, excampeón panamericano de los 10 mil metros llanos y que ese año tuvo una intensa actividad como maratonista. El sudamericano en mejor forma parece ser el chileno Hugo Edgardo Catrileo, medalla de plata en los Juegos Panamericanos 2023 y con positivas actuaciones en esta distancia en las últimas dos ediciones de Houston. También asisten el ecuatoriano Segundo Jami, los peruanos René Champi y Ferdinan Creeceda y los uruguayos Nico Cuestas y Cristhian Zamora.
Los nuevos campeones mundiales de maratón que saldrán coronados este fin de semana tendrán que demostrar ser capaces de aguantar un trazado rompepiernas en los últimos 5 kilómetros de carrera, cuando más cansados lleguen tras más de dos horas corriendo a todo trapo. El recorrido de la prueba de los 42 kilómetros del Mundial de atletismo de Tokio no será benévolo con su fatiga porque ha priorizado la salida y la meta en el Estadio Olímpico, algo que no ocurre en los grandes campeonatos desde hace una década en Pekín 2015.
Los atletas deberán afrontar un recorrido más duro que el del maratón comercial de Tokio de cada mes de marzo, con cinco primeros kilómetros en bajada y una altimetría plana hasta la meta. Y por supuesto, nada que ver con los Juegos Olímpicos de 2021, cuando las pruebas se disputaron en Sapporo para evitar el calor y la humedad.
El recorrido es bien distinto, aunque también empieza cuesta abajo. Tras el primer kilómetro en la pista y alrededores, subida, bajada, subida, bajada y una bajada pronunciada desde los 30 metros de altitud hasta los 5 en poco más de tres kilómetros. Esa misma bajada será la subida que afrontar después, entre el kilómetro 37 y el 40 más o menos. Ni se parece nada a una subida de ciclismo ni al durísimo recorrido olímpico de París, pero no será probablemente lo que los corredores más desean a la hora de jugarse las medallas.
Entre medias, el recorrido será bastante llano, a unos 6 metros sobre el nivel del mar, pasando por el estadio de béisbol Tokyo Dome y el distrito de libros antiguos de Jimbocho, donde comenzarán un circuito de 13 kilómetros al que darán dos vueltas y que llevará a los atletas por Akihabara, el centro comercial y cultural Nihonbashi y la zona de Ginza, donde se encuentra el Palacio Imperial y la estación de tren. De ahí, vuelta por el mismo camino hacia el estadio.