A los 80 años –había nacido el 12 de noviembre de 1943 en Punta Alta- acaba de fallecer uno de los grandes fondistas argentinos de la década del 60: Mario Cutropia. Integrante de aquella gran generación que lideraba Osvaldo Suárez (quien también fue su maestro y conductor técnico) y que incluía a Domingo Amaison, Cutropia alcanzó se había destacado ya como juvenil, alcanzando el título sudamericano de la categoría sobre 3.000 metros en Santa Fe (1961) y un año más tarde, en Lima, hizo doblete en el mismo campeonato: 1.500 y 3.000 metros, 4:04.8 y 8:47.8 respectivamente.
Participó en todos los Sudamericanos de mayores entre 1963 y 1971, alcanzando su coronación en Rio 1965 con su victoria sobre 10 mil metros (31:39.1) y escoltando a Amaison en los 5.000. Cuatro años más tarde, en la altitud de Quito, también se destacó con su medalla de plata en los 10.000 y bronce en el maratón.
Fue un animador de las principales competencias de calle y ruta de nuestra región, inclusive en la Travesía de San Silvestre, donde su mejor ubicación –entre las figuras mundiales que concurrían- fue el 11° puesto en 1964.
En los Juegos Panamericanos de Winnipeg (1967) ocupó el 7° puesto de los 5.000 metros con su mejor marca personal de 14:30.0 y también el 7° en 10.000. En esta distancia su mejor registro era 30:17.8 desde el selectivo, dos meses antes. En 3.000 llegó a marcar 8:24.6 el 12 de septiembre de 1965 en un recordado duelo con el gran Osvaldo Suárez. En todos los casos, aquellos registros estaban entre los mejores de Sudamérica en su época. En tres oportunidades (1961, 1964 y 1965) se proclamó campeón argentino de los 5.000 metros y en dos, de 10.000 (1964 y 1965).
A su retiro y por varias décadas ejerció la Educación Física en colegios y clubes de la zona de Quilmes, donde estaba radicado.