Mientras Kenya no sale del dolor por la tragedia de Kelvin Kiptum -el recordman mundial de maratón, que se estrelló con su auto el domingo pasado en una carretera y murió a sus 24 años- hoy sufre la muerte de otra de sus grandes figuras atléticas, aunque ya más lejana: Henry Rono.
Cuando el domingo de los corredores keniatas recién se insinuaba en los primeros planos mundiales, a fines de la década del 70, Henry Rono completó una hazaña que sólo se recordaba de las épocas de las principales leyendas del atletismo de fondo como Paavo Nurmi y Emil Zatopek: batió cuatro récords mundiales en apenas 81 días, en su formidable campaña de 1978. Luego, problemas personales (principalmente su adicción al alcoholismo), derrumbaron su campaña y aunque tuvo un fugaz y brillante regreso en el 81, nunca pudo volver a pleno. Y no tuvo, a diferencia de otros grandes corredores de su país, la satisfacción de un título olímpico o un campeonato mundial (estos comenzaron a disputarse en 1983, cuando él ya se alejaba de las competiciones).
Rono nació el 12 de febrero de 1952 en Kiptaragon, en el Valle del Rift, la principal “cantera” de grandes atletas. Provenía de la tribu de los nandiComo a casi toda su generación, lo inspiraron las hazañas de Kipchoge Keino, quien se colocó en los primeros planos mundiales y olímpicos en la década del 60.
Rono comenzó a progresar como corredor cuando estaba en el ejército y tuvo la posibilidad de participar en los Juegos Olímpicos de Montreal (1976) tanto en 3.000 metros con obstáculos como en 5.000 metros llanos. Pero el boicot africano a esos Juegos, le privó de hacerlo.
«Desafortunadamente, no pudo competir en los Juegos Olímpicos de 1980″ por el boicot de los países liderados por Estados Unidos contra la Unión Soviética. «Podría haber ganado fácilmente al menos dos medallas de oro», declaró este jueves Kip Keino.
La muerte de su padre, cuando contaba con siete años en un accidente de tractor, significó que la familia tuviera problemas económicos y no pudiera hacer sus estudios de una forma correcta. Con dieciséis años escuchó en la radio la noticia de la victoria de Keino en los 1500 metros de los Juegos Olímpicos de México 1968. Lo impactó tanto que decidió dedicarse él mismo al atletismo. Tres años más tarde, tuvo ocasión de asistir a una charla impartida por el propio Keino. Allí Se convenció de que la mejor manera de progresar en el atletismo era uniéndose al Ejército, como había hecho su admirado campeón olímpico. Tras comenzar su carrera militar en 1973, en 1975 ya corría los 5000 m en 13:37.0, los 10 000 m en 28:58.0 y los 3000 m obstáculos en 8:34.4. En 1976 aceleró su preparación para los Juegos Olímpicos de Montreal y marcó 8:29.0 para clasificarse para los Juegos en obstáculos. Además mejoró hasta 13:30.8 en los 5000 m. Sin embargo, Rono, como la mayoría de los atletas africanos, no pudo competir en los Juegos, pues su federación decidió, boicotear los Juegos en protesta por una gira del equipo de rugby de Nueva Zelanda en Sudáfrica, país donde campeaba la discriminación racial.
Rono fue uno de los primeros atletas keniatas en ser “reclutados” por el circuito universitario de Estados Unidos. En su caso, por la Washington State University, donde su campaña fue guiada por un famoso manager, John Chaplin. Armaron un formidable equipo al que también se incorporó el mejor mediofondista argentino de esa época, Omar Esteban Ortega, quien batió la plusmarca nacional de los 1.500 metros y alcanzó la nominación olímpica para Los Angeles 84.
Con la Washington State obtuvo en tres oportunidades consecutivas (1977 a 1979) el título de cross country del Nacional Universitario (NCAA) y ganó numerosas pruebas tanto bajo techo como al aire libre. Semejante triplete en el cross sólo lo habían logrado Garry Lindgren y Steve Prefontaine.
Pero la progresión de Rono en el 78 fue directamente increíble:
- . El 8 de abril en la pista de la Universidad de California, en Berkeley, Rono batió el récord mundial de los 5.000 metros llanos al marcar 13:08.4. El récord anterior era del neocelandés Dick Quax desde el año anterior con 13:12.9. Y Rono así emulaba a Keino, quien ya había poseído dicha plusmarca en 1965 con 13:24.2.
- El 13 de mayo, en otra de las competiciones del circuito universitario (NorthWest Relays), Rono estableció el récord mundial de la prueba típica de los kenyatas, los 3.000 metros con obstáculos. Marcó 8:05.4 y mejoró los 8:08.02 que el sueco Anders Garderud había fijado el 28-7-76 al ganar la final olímpica en Montreal. Dicho récord iba a tener larga vigencia ya que recién en 1989, Peter Koech lo llevó a 8:05.35 en Estocolmo.
- . Luego inició su gira europea que, el 11 de junio en el estadio Prater de Viena, le permitió batir el récord mundial de 10.000 metros con 27:22.47. Su compatriota Samson Kimobwa, quien estudiaba también en la WSA, había fijado dicho récord con 27:30.47 en la temporada anterior. En esa carrera llegó segundo el colombiano Domingo Tibaduiza, estableciendo un récord sudamericano de 27:53.20. Todavía hoy esta marca permanece como récord colombiano. Durante los primeros 3,5 kilómetros, Rono contó, como “liebre” o “pacemakers” con un destacado fondista de Países Bajos, Jos Hermens, posteriormente convertido en el principal manager de fondistas a nivel mundial.
- La serie se completó el 27 de junio en uno de los “estadios mágicos” del atletismo mundial, el Bislett, de Oslo, donde se han fijado más de medio centenar de récords a lo largo del historial de este deporte. Rono corrió los 3.000 metros llanos en 7:32.1, bajando los 7:35.2 del británico Brendan Foster en 1974. Le devolví así a Kenya la supremacía en la prueba, que ya había ostentado con Keino en 1965. El récord de Rono recién fue batido por Said Aouita en la déada siguiente (7:29.45 el 20 de agosto en 1989 en Köln).
A lo largo de esa inolvidable temporada, Rono se mantuvo invicto en 31 competencias al aire libre, incluyendo medallas de oro de 3.000 con obstáculos y 10 mil metros en los Juegos Panafricanos de Argel y otro doblete en los Juegos de la Comunidad Británica en Edmonton (obstáculos y 5.000 llanos).
Rono bajó su rendimiento en el 79, pese a mantener su hegemonía en el cross universitario. En esa temporada su mejor resultado fue un 13:19.65 sobre 5.000. Tenía el objetivo de llegar a los Juegos Olímpicos de Moscú –marcó 27:31.68 en las previas de 10 mil llanos- pero nuevamente Kenia boicoteó el evento, esta vez secundando a EE.UU. y otras potencias occidentales.
Rono se graduó en estudios generales en la WS en 1981, una temporada en la que volvió a los primeros planos con su nuevo récord mundial de 5.000: 13:06.20 en la pista de Knarvik, Noruega. Fue una marca que duró poco, ya que el británico Dave Moorcroft la llevó a 13:00.41 en el estadio Bislett al año siguiente.
La temporada del 82 fue la última de Rono en la primera línea internacional con una gira europea de 27:28.67 para los 10 mil metros en Oslo y 13:08.97 para los 5.000 en Estocolmo, además de quedar 4° con 13:25.14 en la carrera en la que Moorcroft se apoderó del récord.
También se aventuró en un maratón de Chicago (2:19:12 en 1986) y además fue el ganador del medio maratón de San Blas en Puerto Rico con 1:04:46 el 5 de febrero de 1978.
De Rono en adelante, keniatas y etíopes establecieron una supremacía casi invulnerable en las pruebas de media y larga distancia, copando todos los circuitos mundiales de carreras, los grandes campeonatos y Juegos Olímpicos. Pero Rono no pudo disfrutarlo.
“Yo era apenas un joven africano que había caído en el mundo occidental sin ser parte de él. Traté de arreglarme solo, pero no era capaz. Esa situación me aplastó, todo era más grande que yo. Y así comencé a beber” sería, mucho más adelante, su lamento. Intentaron asociarlo a unos negocios, pero cayó en la ruina. Y alguna vez terminó en un refugio para los sin techo en el estado de Washington, luego le consiguieron empleo en un garaje… Hasta que finalmente, encontró las personas que realmente le ayudaron, se pudo rehabilitar y completar un curso de entrenador en otra fuerte universidad atlética, en Nuevo México. “Cuando vivía entre los sin techo, pensé que había llegado a mi punto más bajo. Pero cuando recuperas tu dignidad, vuelves a ser un hombre libre”, recordó.
Rono murió este jueves 15 de febrero del 2024 en el Hospital Sur de Nairobi, donde lo habían hospitalizado hace diez días.
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