El récord mundial obtenido por Armand “Mondo” Duplantis hizo estallar al Stade de France, en la noche de este lunes 5 de agosto.
El sueco ya se había asegurado la medalla de oro y luego superó el récord olímpico con 6.10 metros, mejorando los 6.03 que el brasileño Thiago Braz da Silva mantenía desde Rio 2016. De inmediato, el sueco pidió los 6.25, que consiguió en tercer intento y le permitieron batir su marca mundial conseguida el pasado 20 de abril en Xiamen, China.
Duplantis se confirmó así como una de las superestrellas del atletismo mundial.
La medalla de plata fue para el estadounidense y ex campeón del mundo Sam Kendricks con 5.95, quedando el bronce para el griego Emmanouil Karalis. El filiipino Ernest Obiena, entrenado por nuestro conocido Vitaly Petrov, fue cuarto con la misma marca.
Dada la superioridad que Duplantis ejerció sobre sus rivales, ahora resta saber hasta qué dimensión llevará su especialidad, el salto con garrocha, una de las más espectaculares de toda la programación atlética.
Este salto figura en la agenda olímpica desde la restauración de los Juegos en Atenas 1896 (es una de las 13 “supervivientes”). Los atletas de Estados Unidos ejercieron un dominio absoluto, ganando 19 de las 31 ediciones disputadas hasta ahora y fueron imbatibles hasta Munich 1972, cuando pudo triunfar un alemán del Este, Wolfgang Nordwing. Y en más de un siglo, solamente un hombre antes que Duplantis pudo triunfar dos veces en los Juegos: Bob Richards quien, tras su medalla de bronce en Londres 48, ganó las dos ediciones siguientes (Helsinki 52, Melbourne 56). Richards era un pastor protestante que, en el medio de sus triunfos olímpicos, también pasó por Buenos Aires ya que ganó la edición inaugural de los Juegos Panamericanos, en 1951. A su retiro del deporte se convirtió en un hombre bastante popular en su país, no solo por su prédica religiosa sino por la publicidad que hacía de productos dietéticos… pero terminó como un postulante del extremismo de derecha –fue candidato a la presidencia en los 80- y murió el año pasado, a los 97 de edad.
El salto con garrocha, mientras tanto, había producido una revolución técnica desde la década del 60. Primero, con la introducción de las garrochas de fibra de vidrio, las conocidas “fiber glass”, en lugar del rudimentario aluminio que se utilizaba hasta entonces. Y a la par de los cambios de elementos, también el acelerado cambio en las técnicas de saltos y de preparación física, dio lugar a varias generaciones de saltadores muy dotados, en su mayoría procedentes de la gimnasia artística.
El mayor exponente fue Sergey Bubka, un ucraniano que se puede considerar –hasta el advenimiento de Duplantis- como el garrochista más grande de la historia. Fue el primero en alcanzar y superar la barrera de los 6 metros, que hasta poco antes se consideraba inaccesible. Ganó en cinco oportunidades consecutivas el título mundial al aire libre (que al principio se disputaba cada cuatro años) y batió el récord del mundo ¡35 veces! (claro que parecía sencillo para él y lo iba moviendo a voluntad, centímetro a centímetro). Pero desde su alejamiento del deporte a los 35 años, pasarían dos décadas hasta que otros atletas se acercaran a la vara que él había dejado tan alta.
Tal vez, la cuenta pendiente –no del todo- para Bubka fueron los Juegos Olímpicos. No pudo asistir a Los Angeles 84 por el boicot de la URSS y los países del área socialista. En Seúl 88 consiguió su ansiada medalla dorada, sufriendo hasta el final ante su compañero Rodion Gataulin. Y en Barcelona 92… quedó sorpresivamente en blanco en la altura inicial.
Desde hace algún tiempo, la Federación Internacional (World Athletics) decidió unificar los récords mundiales en pruebas de saltos y lanzamientos, se logren en pista cubierta o al aire libre. Anteriormente, eran tablas separadas. La marca absoluta que dejó Bubka era 6.15 metros, en 1993, y recién fue batida por el francés Renaud Lavillenie en 2014.
Lavillenie consiguió el título olímpico en Londres 2012, un título que heredó el brasileño Thiago Braz da Silva en un recordado concurso en Rio 2016.
Apareció Duplantis y no solo heredó todos los títulos de aquellos –olímpicos, mundiales outdoor e indoor, europeos- sino que ya batió nueve veces el récord del mundo, iniciando con 6.17 el 18 de febrero de 2020 en Torun y alcanzando los 6.25 de ayer, que no parecen ser su límite.
Duplantis tiene todos los atributos físicos y técnicos para ser un garrochista de excepción, pero le viene desde la cuna. Su padre, Greg, fue un destacado especialista (5.80 metros en la década del 80) y su madre, Helena Hedlund, también sobresalió como atleta de pruebas combinadas, reuniendo 5.314 puntos en el heptathlon. Y a la vez, el padre de Helena era intructor de un club de atletismo en Suecia… Los tres hermanos de “Mondo” son deportistas federados y al chico –tenía apenas tres años- le instalaron una corredera para que comenzara con el salto con garrocha.
Duplantis nació en Lafayette, Louisiana el 10 de noviembre de 1999, y en algún momento debía decidir su representación: Estados Unidos o Suecia. Su elección fue rápida y desde entonces pasea triunfalmente los colores de Suecia por todo el mundo atlético.
Greg y Helena criaron a cuatro hijos, Andreas, Antoine, Armand y Johanna, y, como era de esperar, todos demostraron una gran capacidad deportiva. Greg y Helena nunca tuvieron que obligar a sus hijos a practicar un deporte; en cambio, simplemente pusieron todo a su disposición en su patio trasero. Una cama de salto con pértiga, una jaula de bateo, un trampolín, árboles y cuerdas para escalar: era casi imposible que ninguno de los niños Duplantis se aburriera alguna vez.
Los cuatro chicoss empezaron a saltar con pértiga. Andreas, el mayor, fue el primero en impactar. Representó a Suecia en el Campeonato Mundial Sub-18 de 2009 y luego, en 2010, a la edad de 17 años, superó cinco metros por primera vez. Hizo varias otras apariciones internacionales, llegando a la final en el Campeonato Mundial Sub-20 de 2012, y mejoró a 5,42 m en 2013, pero dejó de competir en 2015.
Antoine también mostró una promesa temprana, saltó 3.96m a la edad de 14, pero también fue talentoso en muchos otros deportes y finalmente se decidió por el béisbol. Fue uno de los mejores jugadores de LSU y ahora juega profesionalmente.
Y la hermana menor, Johanna también hace garrocha.
En 2015, “Mondo” se proclamó campeón mundial u18 en Cali con 5,30 metros. Y al año
siguiente, ya en la competencia junior (u20) en Polonia se llevaba la medalla de bronce
con 5,45 metros. A partir de allí su ascenso fue imparable, llevando al asombro a los
atletas mayores que ya estaban protagonizando la mejor época de la especialidad
desde la ausencia de Sergey Bubka. En 2018, Duplantis se proclamó campeón mundial
de los u20 con 5,82 metros en Tampere (Finlandia) y semanas más tarde ganó el
Campeonato Europeo de los mayores con 6,05 m en Berlin, estableciendo el récord
mundial juvenil. En la temporada del 2019 también estuvo sobre los 6 metros y en la lucha
por el oro en el Mundial de mayores, en Doha, apenas fue superado por Kendricks.
Apenas cumplió un año como universitario, representando a Louisiana, ya que
enseguida lo atraparon los compromisos profesionales, como la participación en
la Diamond League y los primeros patrocinios (Red Bull, entre ellos). Se ganó un
nombre rápidamente entre los garrochistas donde, también, es muy apreciado por
sus cualidades personales.
Todos los récords mundiales de Duplantis
6.17 (i) el 8.2.2020 en Torun
6.18 (i) el 15.2.2020 en Glasgow
6.19 (i) el 7.3.2022 en Belgrado
6.20 (i) el 20.3.2022 en Belgraod
6.21 el 24.7.2022 en Eugene
6.22 (i) el 25.2.2023 en Clermont-Ferrand
6.23 el 17.9.2023 en Eugene
6.24 el 20.4.2024 en Xiamen
6.25 el 5.8.2024 en París