La carrera de los 1.500 metros llanos era una de las más esperadas en este Campeonato Mundial en Tokio. Pero, tal como sucedió en numerosas pruebas, las sorpresas estuvieron a la orden del día. Y ninguno de los protagonistas esperados pudo llegar al oro (o ni siquiera a medallas) por distintos motivos.
Primero fue el turno del noruego Jakob Ingebrigtsen, campeón olímpico 2021 (pero que luego sufrió dolorosas derrotas en las finales mundialistas 2022 y 2023, en los Juegos 2024, aunque se rehabilitó en 5000). Inactivo desde marzo –cuando terminó la temporada de pista cubierta- Ingebrigtsen igual decidió presentarse en las series de 1.500 en Tokio, pero no pudo superar la primera vuelta.
En semifinales, uno de los que había clasificado era el estadounidense Cole Hocker, inesperado campeón olímpico en París. Pero –ante un reclamo de la delegación alemana por un empujón en la recta final- lo descalificaron.
Así quedaban como máximos favoritos el británico Josh Kerr (defensor del título) y Niels Laros, el joven mediofondista de Países Bajos que venía de arrasar en la temporada estival. A mitad de carrera, en esta final, Kerr se lesionó y no pudo hacer más que seguir trotando hasta completar el recorrido.
El que sí estuvo en la puja fue su compatriota Jake Wightman, quien intentaba recuperar la corona que había logrado en Eugene 2022. Y en una carrera eminentemente táctica, como suele suceder, todo se resolvió al sprint de los últimos metros. Y el mejor allí fue el portugués Isaac Nader, oriundo de Algarve, quien se llevó el oro en 3:34.10, aventajando por dos centésimas a Wightman.
Nader, radicado en Soria (España) y que entrena allí con uno del los más reconocidos especialistas como es Enrique Pascual, es un experimentado mediofondista, aunque aún no había alcanzado la “luminaria” de los otros nombres. Pascual había entrenado a Fermín Cacho, el campeón olímpico de Barcelona 92, también oriundo de Soria. Ahora Nader unió su coronación a la de tantos atletas portugueses que vienen brillando en las últimas décadas. Cuando entraron en la recta final iba cuarto, pero muy cerca, y se fue adelantando hasta producir el impacto del triunfo.
Los keniatas –sorpresivamente ausentes en algunas de sus pruebas clásicas- lo hicieron bien en este 1.500 y Reynold Cheruiyot se alzó con la medalla de bronce en 3:34.25, seguido por su compatriota Timothy Cheruiyot (3:34.50). Y Laros terminó 5° con 3:34.52.
Nader, en junio pasado, había establecido el récord portugués con 3:29.37 en el meeting de Ostrava, heredando el que mantenía el último de los grandes mediofondistas de su país, Rui Silva. Oriundo de Algarve, su padre es marroquí y su madre, portuguesa. Anteriormente lo entrenaba el propio Rui silva, pero en 2022, luego de no pasar las series durante el Mundial de Eugene, decidió trasladarse a España. Fue finalista del Mundial Indoor de Glasgow 2024.
En la final de este jueves todas las luces se concentraban sobre Laros, el reciente ganador de los meetings de Bruselas y Zurich, poseedor de un demoledor final. Llevó el ritmo de la carrera hasta que a falta de 200 metros -con Laros sexto- Wightman se colocó en la punta. La recta final ofreció el mismo duelo que se vio en otras pruebas y los 12.28 que marcó Nader para su parcial de los últimos cien metros le darían una ajustada victoria. «Me lancé con todo, tenía que arriesgar para quedarme con un título mundial» declaró el campeón.