Luego del arranque con las competencias de marcha de 35 km., ganadas por el canadiense Evan Dunfee y la española María Pérez, y con las primeras medallas sudamericanas, el Campeonato Mundial de Atletismo en su 20ª. edición ofreció sus primeras finales de pista en el Estadio Nacional de Tokio.
Allí el estadounidense Ryan Crouser –ya una leyenda del lanzamiento de bala- revalidó su título en la especialidad, otro equipo de su país ganó la posta 4×400 mixta y la keniata Beatrice Chebet ratificó su dominio en los 10 mil metros llanos.
En el lanzamiento de bala, el recordman mundial Ryan Crouser había estado inactivo a lo largo de la temporada por una lesión en el codo. Pero una vez más afloró con toda su calidad para llevarse el título con 22.34 metros, tras afirmarse en la punta desde sus 21.99 del segundo tiro que eran inalcanzables para sus rivales. Crouser también cuenta con tres medallas de oro olímpicas consecutivas y sus logros lo convierten en el máximo especialista del historial.
La gran sorpresa de la prueba fue el segundo puesto del mexicano Uziel Muñoz con un récord nacional de 21.97 metros que consiguió en su último intento. Se metió así en la zona de medallas, delante de varios de los nombres dominantes de los últimos tiempos. El bronce fue para el italiano Leonardo Fabbri, quien se recupera así de su desilusión olímpica: y resultó muy peleado ya que marcó 21.94 m., el mismo registro que el neocelandés Tom Walsh (y lo superó por mejor segundo intento, de 21.83 a 21.58).
“Este es el resultado de muchos años de duro trabajo. Los lanzamientos estaban como olvidados en el atletismo de mi país, pero ahora los volvemos a poner en el mapa. Tenemos talento y esperamos, mayor presencia en el futuro” dijo Muñoz, de 30 años. Se convirtió en el primer mexicano con una medalla mundialista en lanzamiento de bala.
Crouser, por su parte, ha ganado la prueba por tercer Mundial seguido, algo que sólo había logrado el suizo Werner Gunthor.
En la posta mixta, Estados Unidos venció con 3:08.80, igualando el récord de campeonato que había logrado hace dos años en Budapest. El campeón formó con Bruce Deadmon, Lynna Iaby-Jackson, Jeonah McNiver y Alexis Holmes.
La medalla de plata fue para Países Bajos con 3:09.96, contando una vez más con el formidable remate de su estrella Femke Bol. La precedieron Eugene Omalla, Lieke Laver y Jonas Phijffers. Y el bronce fue para Bélgica en 3:10.61.
Polonia, líder mundial antes de Tokio, terminó justo fuera de las medallas con un tiempo de 3:10.63. Gran Bretaña marcó 3:10.84, un tiempo más rápido que el que obtuvieron por la plata en Budapest hace dos años, pero suficiente para obtener el quinto puesto esta noche en una carrera de alto nivel en Tokio. Sudáfrica (3:11.89), Italia (3:15.82) y el anfitrión Japón (3:17.53) completaron los finalistas.
En los 10.000 metros femeninos Chebet triunfó en 30:37.61, después de producir su ataque decisivo desde la curva final. La italiana Nadia Battocletti la persiguió hasta el último metro y se llevó una medalla de plata –histórica, al superar al resto de la “legión africana”- con récord nacional de 30:38.23, quedando el bronce para la etípe Gudaf Tsegay, campeona en Budapest, con 30:39.65.
