(del diario Clarín/ARG)
El deporte contemporáneo, así como el de cada época, tiene esos fenómenos que trascienden a su propia disciplina. Generan, por su carisma y por sus cualidades técnicas, una huella distinta. Es un Messi y sus probables sucesores, es un trío mágico en el tenis (Federer-Djokovic-Nadal)… y podemos citar muchos más. Uno de ellos se llama Usain Bolt, sus récords de velocidad permanecen imbatibles y –ya retirado hace tiempo de las competiciones- visitó este domingo el Estadio Olímpico de Estocolmo para una nueva etapa del circuito mundial de atletismo. Momentos antes de la competición de salto con garrocha –que reunía a todos los recordistas y medallistas del último ciclo- Bolt saludó al ídolo local. En realidad, nacido en Louisiana, EE.UU., pero siempre representante de Suecia, el país de su mamá. Se llama Armando Duplantis, se lo conoce popularmente como “Mundo”. Y no hay dudas de que Duplantis se está apuntando todos los créditos para quedar inscripto en aquella galería de fenómenos.
Un rato después del saludo con Bolt y ya metido en su prueba, Duplantis batió por 12ª. vez en su campaña el récord mundial del salto con garrocha al pasar –con el primero de sus tres intentos posibles- la varilla que estaba colocada a 6 metros y 28 centímetros. Había dejado el récord con un centímetro menos el pasado 28 de febrero en Clermont-Ferrand, Francia, en una pista bajo techo.
El festejo de “Mondo” fue desbordante: era el primero, entre los 12 récords mundiales que lleva en su cuenta, que logra ante su propio público. Y lo hizo en uno de los sitios de mayor tradición en el atletismo, un Estadio Olímpico que desde los Juegos de 1912 –cuando también surgió la Federación Internacional- tiene toda la atmósfera de los grandes acontecimientos.
Esta vez Duplantis empezó la competición con cierta cautela, en una altura accesible de 5.60 que atravesó en el primer intento, lo mismo que los 5.80, 5.90 y 6.00 metros, mientras se iban quedando los rivales por el camino. El australiano Kurtis Marschall clasificó 2° con 5.90, un puesto por delante de Menno Vloon (Países Bajos) con 5.80, la misma altura que logró –ya a sus 37 años- otro histórico como Renaud Lavillenie, el francés que reinó en esta disciplina hasta la aparición de Duplantis. Los otros medallistas olímpicos como el griego Emanouil Karalis y el estadounidense Sam Kendrick esta vez quedaron lejos, con 5.60 para compartir el octavo puesto.
Nacido el 10 de noviembre de 1999 en Lafayette, Louisiana, Duplantis viene de una familia de neta prosapia atlética. Su propio padre, Greg, fue uno de los mejores garrochistas estadounidenses en su época (con saltos sobre 5.80 m en 1993) y su madre, Helena Hedlund, una campeona de heptathlon con 5.315 puntos. “Mondo Duplantis es el Mozart de la garrocha como Anquetil lo fue del ciclismo, un talento innato para hacer música con un palo de escoba en Nueva Orleans, una inquietud única por ir siempre un paso por delante de los demás por un camino diferente, signo de todos los genios, y unos padres que lo alimentan, llevándole casi de feria en feria, exhibiéndolo, vídeos en las redes que documentan todos sus progresos de niño prodigio”, lo describió Carlos Arribas.
Desde juvenil estaba destinado a los grandes logros que no tardaron en llegar. Tras un breve paso por el circuito universitario de Estados Unidos, representando a Louisiana, se metió de lleno en el atletismo profesional. Asumió la nacionalidad de su familia materna y acaparó todos los títulos posibles. Al oro olímpico conseguido en Tokio, época de pandemia y estadio vacío, le siguió el del año pasado ante una multitud rendida en París. Y con el plus del récord mundial. Allí nuestra enviada especial Luciana Aranguiz describió el espectáculo del sueco y como “su nombre queda escrito otra vez en el olimpo del deporte, ese lugar al que solo llegan los talentos extraordinarios como él. Inmejorable. Histórico”.
Solo un garrochista en la historia, el pastor protestante Bob Richards en 1952 y 1956, había ganado el salto con garrocha en dos ediciones olímpicas consecutivas. “La multitud se estaba volviendo loca. Había tanto ruido que parecía un partido de fútbol. Tengo un poco de experiencia en un estadio con capacidad para 100 mil pesonas, pero yo no era el centro de atención. En París estaba tratando de canalizar la energía que todos me estaban dando, y me estaban dando mucha. Funcionó”, describió sobre aquel momento.
Sus propios padres guían su campaña, que incluye más de un centenar de competiciones con saltos sobre 6 metros, aquellas doradas olímpicas junto a los títulos mundiales de Eugene 2022 y Budapest 2023, tres coronas mundiales en pista cubierta (2022, 2024 y 2025), otras tres europeas y la docena de récords.
Ahora, en Estocolmo y una vez que ya tenía asegurado el triunfo, no buscó ninguna altura intermedia, sino directamente fue por el récord. «Este era uno de mis mayores objetivos y sueños: batir un récord mundial aquí. Tenía muchas ganas de hacerlo; tenía a toda mi familia aquí, de ambos lados; es mágico, es mágico», expresó. Cada vez que bate el récord mundial “siento desde el primer salto que ‘este podría ser el día’, pero hoy fue un poco más difícil. No me resultó tan natural al principio, no me sentía bien en las piernas, pero solo necesitaba un intento… Todavía tengo la mente un poco borrosa, parece irreal, estoy tan feliz, es una sensación de estar en las nubes. Es difícil de explicar, es difícil de comparar, fue como estar en los Juegos Olímpicos».
Duplantis volvió a acaparar los focos en un torneo que reunió a varias estrellas mundiales y que tuvo a atletas sudamericanos entre los protagonistas. Por ejemplo, el brasileño y medallista olímpico de los 400 metros con vallas, Alison Brendom Alves dos Santos, con un notable registro de 46.68, escoltando ahora al campeón olímpico Rai Benjamin (EE.UU., 46.54) y dejando tercero al recordman mundial, el noruego Karsten Warholm (hoy, 47.41). O, en los 400 metros llanos, el continuo ascenso de la velocista chilena Martina Weil, quien llevó el récord de su país a 50.39: cada vez se acerca a uno de los topes “intocables” en el atletismo sudamericano, el que mantiene su propia madre –Ximena Restrepo- con 49.64 desde los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992. Ximena es la actual vicepresidenta de la World Athletics… También hay que mencionar a la panameña Gianna Woodruff, nuevamente por debajo de 54s en los 400 vallas, donde quedó tercera.
Alison, en el formidable remate de los 400 vallas.
Pero el rey de la reunión, una vez más, fue “Mondo”. Talento, velocidad, decisión y mente ganadora. Y aquello que, hasta hace pocos años, se consideraba una barrera inaccesible como son los 6 metros y 30 centímetros en el salto con garrocha… está a la vista. Si se la oportunidad, para seguir haciendo historia.
El sueco Armand Duplantis ya batió doce veces el récord mundial del salto con garrocha. Este es el detalle:
6.17 (pista cubierta) Torun 08.02.2020
6.18 (pista cubierta) Glasgow 15.02.2020
6.19 (pista cubierta) Belgrado 07.03.2022
6.20 (pista cubierta) Belgrado 20.03.2022
6.21 (aire libre) Eugene 24.07.2022
6.22 (pista cubierta) Clermont-Ferrand 25.02.2023
6.23 (aire libre) Eugene 17.09.2023
6.24 (aire libre) Xiamen 20.04.2024
6.25 (aire libre) París 5.08.2024
6.26 (aire libre) Chorzow 25.08.2024
6.27 (pista cubierta) Clermont-Ferrand 28.02.2025
6.28 (aire libre) Estocolmo 15.06.2025
El festejo del rey del salto con garrocha