El velocista británico Jeremiah Azu completó un marzo ideal, en la noche de este viernes 21 de marzo, al conquistar la medalla de oro de los 60 metros llanos en el XX Campeonato Mundial de Pista Cubierta, en Nanjing. Azul marcó 6.49, aventajando por una centésima al australiano Lechlaw Kennedy, mientras que el bronce fue –tras su larga y paciente lucha, con presencia en finales importantes en los últimos años- para el sudafricano Akani Simbine con 6.54.
Luego se ubicaron el chino Zhenye Xie con 6.58, el jamaiquino Rohan Watson con 6.59, el estadounidense Ronnie Baker con el mismo tiempo y séptimo Julian Forde, de Barbados, con 6.64. El puertorriqueño Eloy Benítez, la revelación en las eliminatorias, se lesionó a metros de largar la final.
Baker, quien también estaba entre los favoritos, se lesionó en un isquiotibial al aproximarse la llegada.
Azu unió este título al que había logrado en el reciente Campeonato Europeo en Apeldoorn, Países Bajos.
«Simplemente pura emoción», dijo Azu, quien se mantiene invicto esta temporada y se convierte en el primer campeón británico en la prueba desde que Richard Kilty lo consiguiera hace 10 años. «Estaba un poco emocionado antes de la final con mi entrenador. Los últimos tres años han sido muy difíciles para mí.
Se trata de la final y de ganar cuando importa. Me alegra tener la capacidad para hacerlo: la capacidad para ganar”.
Sus actuaciones en pista cubierta compensan las de los Juegos Olímpicos del año pasado, cuando fue descalificado en las eliminatorias de los 100 m antes de conseguir el bronce con el relevo 4×100. 4×100 m.
Oriundo de Gales, había entrenado algún tiempo en Italia pero últimamente volvió a Cardiff con su entrenadora de siempre, Helen James. Azu había asomado a los primeros planos en 2022, cuando logró la medalla de bronce de los 100 metros llanos en el Campeonato Europeo en Munich.
