Con las competencias de marcha de 20 km, para caballeros y damas en el Trocadero, este jueves 1° de agosto comienzan las competencias de atletismo de los Juegos Olímpicos de París, a un siglo de que la “Ciudad Luz” también fuera sede de este acontecimiento.
El atletismo sudamericano tiene sus mayores esperanzas concentradas en estas pruebas de marcha, por el nivel que sus representantes adquirieron en los últimos tiempos y su fogueo internacional, dispuestos a heredar la gloria que alcanzara el ecuatoriano Jefferson Pérez (campeón en Atlanta 96). La peruana Kimberly García en damas lidera esta generación, tras conquistar los 20 y 35 km. en el Mundial de Eugene 2022 en tanto el brasileño Caio Oliveira de Sena Bonfim –dos veces bronce mundialista- junto a los ecuatorianos y campeones panamericanos Brian Pintado y David Hurtado están entre los hombres con aspiraciones. En damas también retorna la colombiana Sandra Lorena Arenas, autora de una gloriosa medalla de plata en los Juegos anteriores. Claro todos los sudamericanos que se las ven este jueves frente a un “field durísimo” que, en el caso de las mujeres, presenta a la defensora del título, la italiana Antonella Palmisano, lo mismo que su compatriota Massimo Stano en hombres.
Esta es la representación sudamericana en la marcha masculina de 20 km:
. Caio Oliveira de Sena Bonfim (Brasil)
. Luis Henry Campos (Perú)
. Matheus Gabriel de Liz Correa (Brasil)
. Max Batista Goncalves dos Santos (Brasil)
. David Alexander Hurtado (Ecuador)
. Jordy Rafael Jiménez (Ecuador)
. Brian Daniel Pintado (Ecuador)
. César Rodríguez (Perú)
Y en damas compiten:
. Mary Luz Andia (Perú)
. Sandra Lorena Arenas (Colombia) subcampeona olímpica
. Magaly Baetriz Bonilla (Ecuador)
. Gabriela Souza Muniz (Brasil)
. Kimberly Gabriela García (Perú)
. Evelyn Carla Inga (Perú)
. Viviane Santana Lyra (Brasil)
. Glenda Morejón (Ecuador) recordwoman sudamericana
El otro líder de la “expedición” sudamericana en París es el brasileño Alison Brendom Alves dos Santos, bronce olímpico en Tokio 2021 y campeón mundial en Eugene sobre 400 metros con vallas. Alison volverá a ser protagonista de una de las prueba más esperadas del programa atlético en París, ya que allí también estarán el campeón y subcampeón de Tokio, el noruego Karsten Warholm (primer hombre en la historia que bajó los 46s) y el estadounidense Rai Benjamin.
También hay que incluir a la lanzadora de jabalina Flor Denis Ruiz (Colombia) entre las cartas firmes de nuestra región, tras el despegue del subcampeonato mundial en Budapest 2023.
Las lesiones han apartado a otros de los sudamericanos que animaron a nuestros equipos en las últimas temporadas. Principalmente a la venezolana y recordwoman mundial del triple salto, Yulimar Rojas, y al brasileño Darlan Romani, campeón mundial indoor 2022 del lanzamiento de bala y que ya estuvo en finales olímpicas.
Hay indicios de que París 2024 podría ofrecerle al atletismo unos Juegos igualmente espectaculares. Usain Bolt, con su serie triunfal que abarcó desde Beijing 2008 hasta Rio 2016, fue el último de los “super astros” en este deporte. Ahora en varias especialidades hay estrellas con carisma, jerarquía y capaces de hazañas similares, esas que dejan un sello por siempre en la historia olímpica. Podemos hablar de un “Mondo” Duplantis en garrocha, Jakob Ingebrigtsen en el mediofondo, Eilud Kipchoge en el maratón, Sydney Mc Laughlin en los 400 metros vallas, Karsten Warhlon, Gianmarco Tamberi…y varios más. También, hay un nivel de competitividad que anuncia duelos apasionantes, esos que constituyen la sal de los grandes torneos.
El hombre a batir en el sprint es el estadounidense Noah Lyles, que ya logró un triplete dorado (100 y 200 metros llanos, relevo corto) en el Mundial de la última temporada en Budapest. Lyles aspira a repetir en la pista de St Denis y, en el caso de récords, aproximarse al de 200 de Usain Bolt, ya que los 9.58s en 100 metros por ahora parecen inaccesibles. No la tendrá fácil, sobre todo en esta prueba donde emergen rivales como el joven prodigio de Botswana, Letsile Tebogo, los nuevos proyectos jamaiquinos -Thompson y Seville- y donde el defensor del título olímpico, el italiano Marcel LaMont Jacobs, si bien no está en esos niveles (sobre los 9.80s) ya ha demostrado su mentalidad y capacidad de competidor a la hora de los grandes compromisos.
Habrá varios sudamericanos en las eliminatorias de los 100 llanos, aunque su meta es alcanzar las semifinales. Entre ellos se encuentran los primeros del historial en bajar de 10.00, algo que consiguieron en las últimas dos temporadas la dupla brasileña de Felipe Bardi dos Santos (recordman con 9.97) y Erik Felipe Barbosa Cardoso y la dupla colombiana de Ronal Longa y Johnny Alexander Rentería. También Emanuel Archibald, medallista panamericano, está en esa prueba, lo mismo que el ascendente panameño Arturo Deliser.
Los 800 metros llanos serán otra de las pruebas que prometen sensación, después de lo registrado hace pocas semanas en el estadio parisino de Charlety y en Montecarlo. Allí está bajo amenaza el récord mundial que el keniata David Rudisha fijó hace doce años en los Juegos de Londres y se espera una durísima batalla entre el argelino Djamel Sedjati, el keniata Emmanuel Wayyony y la gran esperanza local, Gabriel Tual, todos llegando con marcas debajo de 1:42. La representación sudamericana en 800 se da a través de un ascendente valor como el venezolano y campeón panamericano José Maita, quien viene de conseguir la mínima por debajo de 1:45 durante los Nacionales de su país.
Igualmente sensacionales serán los duelos del mediofondo con el “emperador” Jakob Ingebrigtsen ante sus mayores desafíos. Este corredor noruego, que llegó para quebrar la larga hegemonía africana en las pruebas de 1.500 y 5.000 metros llanos, defenderá su corona olímpica de la primera ante los británicos que le amargaron en los últimos mundiales por su táctica adecuada (Wightman y Kerr). Y en los 5.000 tendrá que enfrentarse otra vez a la “armada” africana que lideran ugandeses -con el recordman mundial Joshua Cheptegei- keniatas y etíopes, y donde sueña insertarse ese aventurero y heroico guatemalteco llamado Luis Grijalva.
Donde no habrá duda que el predomino africano va a mantenerse, cualquiera sean los medallistas, es en el maratón. Allí no se pedirán marcas, dado el agobiante calor de este verano en París lo impide. Pero la expectativa allí es ver si Kipchoge, ya en el crepúsculo de su formidable campaña, pude consumar un logro sin precedentes: el tercer oro olímpico consecutivo. Será para él y para otra leyenda de las últimas décadas, el etíope Kenenisa Bekela, la oportunidad del “último baile” en los 42.195 metros. Hasta ahora sólo tres hombres -Bikila, el germano oriental Waldemar Cierpinski en épocas de boicot (1976, 1980) y el propio Kipchoge- han ganado dos veces el maratón olímpico.
El brasileño Daniel Ferreira do Nascimento no participará –está suspendido- pero varios sudamericanos experimentaron grandes progresos por debajo de 2:10 y los tendremos en París: los chilenos Carlos Díaz y Hugo Catrileo, el peruano Cristhian Pacheco (bicampeón panamericano) y el boliviano Héctor Garibay, ganador en forma sensacional del maratón de México delante de la legión kenyata.
Mientras el estadounidense Grant Holloway es el propietario de los 110 metros con vallas, en los 400 se repetirá el encuentro entre quienes consumaron en Tokio la carrera más grande de la historia, como citábamos anteriormente.: Warholm, el estadounidense Rai Benjamin y el brasileño Alison Brendom Alves dos Santos. Warholm se convirtió allí en el primer especialista en bajar los 46 segundos. Los tres han llevado la especialidad a una nueva dimensión y Alison, campeón mundial en Eugene 2022, se viene recuperando de la operación que lo marginó varios meses en la pasada temporada (inclusive batió al propio Warholm en su reducto de Oslo).
El lanzamiento de bala acapara las luces entre las pruebas de campo ya que allí el estadounidense Ryan Crouser, recordman del mundo, tendrá que sobreponerse a una temporada de lesiones y, a la búsqueda de su tercera dorada consecutiva, enfrentará a un ascendente valor como el italiano Leonardo Fabbri. Otra prueba de lanzamientos con importantes condimentos es la de disco, donde el lituano Mykolas Alekna acaba de quebrar un antiguo récord mundial y enfrentará a durísimos oponentes (Stahl y Ceh, entre otros): y tratará de darle una nueva medalla olímpica a su familia. Su propio padre fue campeón de los Juegos hace tres décadas.
También el lanzamiento del martillo promete intensa lucha y –más allá de los superfavoritos, liderados por el canadiense y campeón mundial Etan Katzgberg- hay que mencionar que los chilenos Gabriel Kehr y Humberto Mansilla se ilusionan con puestos de finalistas, tal como lograron en los últimosMundiales.
Dado el esplendor por el que atraviesa el atletismo de Italia –demostrado tanto en los Juegos Olímpicos de Tokio como en el reciente Europeo de Roma- estará el más carismático de los atletas de alta competición, Gianmarco Tamberi, tratando de reeditar su gesta de Tokio (cuando compartió la dorada de salto en alto con el qatarí Barshim). Aunque una lesión también obligó a Tamberi a preservarse durante el último mes y su estado de forma es una incógnita. Otro italiano, Furlan, viene de fulminante ascenso en salto en largo, desafiando al rey de los últimos tiempos en la especialidad, el griego Miltiadas Tentoglu. Claro que aquí no se vislumbra la chance de terminar -como récord olímpico- de la más extraordinaria marca jamás vista en los escenarios olímpicos: los 8.90 metros del estadounidense Bob Beamon en México 68. El uruguayo Emiliano Lasa será, una vez más, uno de los contendientes de la especialidad.
Sí irá por otro récord el sueco Armand Duplantis en garrocha (tiene 6.24). Y lo mismo sucederá en el salto triple, donde el duelo entre dos cubanos que ahora representan a otros países ya se trasladó desde los saltómetros hasta las declaraciones: el joven Jordan Díaz, que ahora compite por España, consiguió 18.18 m. para obtener el reciente Campeonato Europeo en Roma, un registro que pudo en entredicho Pedro Pablo Pichardo, ahora representante de Portugal, y su más serio contendiente para el oro olímpico. Los 18.29 m. que el británico Jonathan Edward mantiene desde hace casi tres décadas en Gotenburgo, están en riesgo…
La velocidad femenina volverá a ser territorio para los clásicos duelos de jamaiquinas y estadounidenses, incluyendo allí el progreso colectivo que se está dando sobre 400 metros llanos con los 48.57 de Nickisha Pryce… jamaiquina. Y si bien las africanas vuelven a contar con todos los boletos para las medias y largas distancias, aparecieron atletas con países de gran tradición olímpica que pueden desafiarlas. Es el caso de la británica Keely Hodkinson, quien acaba de marcar 1:54.61 sobre 800 metros y comienza a acercarse a un record mundial que parecía intocable desde 1983 (1:53.28 de la checa Kratochvilova). O la australiana Jéssica Hull, con sus brillantes performances sobre 1.500. Claro que en esta distancia, como en los 5.000, estará la recordwoman del mundo, la keniata Faith Kipyegon, que lleva varias temporadas como prácticamente imbatible. Siffan Hassan, representante de Países Bajos, volvió a anotarse en múltiples distancias: dijo que tratará de emular al checo Emil Zatopek, quien ganó los 5.000, 10.000 y maratón en Helsinki 1952, una hazaña hasta hoy inigualable y que no intentó, por otra parte, ninguna otra mujer. Podría ser el 10 mil donde esté con más posibilidades, aunque allí la keniata Beatrice Chebet viene de convertirse en la primera mujer por debajo de los 29 minutos (28:54.14, el 25 de mayo).
El maratón también parece reservado a las dotadas africanas y allí habrá una importante representación sudamericana, encabezada por la argentina Florencia Borelli, autora del récord sa en Sevilla, en febrero pasado.
Dentro del programa femenino, la mayor atención estará concentrada en dos disciplinas: los ya citados 400 metros con vallas y el salto en alto. Aquí, por la participación de la ucraniana Yaroslava Mahuchikh frente a sus peligrosas rivales australianas. Con todo el combustible espiritual que significa para Yaroslava ser el símbolo de la heroica Ucrania -país invadido por la brutalidad rusa- y por su inmensa calidad atlética, que alcanzó un punto emocionante hace pocos días cuando se apoderó del récord del mundo con 2.10 metros, batiendo una marca con 37 años de vigencia.
En el salto en largo estará una de las sudamericanas de más firme ascenso, la colombiana y campeona panamericana Natalia Carolina Linares. Muy joven, su camino va para alcanzar –en algún momento- las gestas que Caterine Ibargüen lograba en otra prueba, el triple, durante la pasada década.
Después de “coquetear” con otras especialidades en los últimos tiempos (como los 200 y 400 metros llanos, inclusive los 100 metros con vallas), finalmente Sydney McLaughlin volvió a concentrarse en “su” disciplina, en la que viene haciendo historia: los 400 metros con vallas. En las eliminatorias olímpicas de su país, en Eugene, volvió a quebrar el récord del mundo con 50.65, a fines de abril. Y ahora defenderá la corona conquistada en Tokio frente a otro prodigio en ascenso, Femke Bol, de Países Bajos, quien a mediados de julio marcó 50.95 en Suiza.